En Salto no hubo grandes reacciones por la victoria pero le prepararán la bienvenida.
Los padres de Pablo Cuevas prefirieron mirar a su hijo en la final de Roland Garros solos en su casa, en el departamento de Salto.
No aceptaron ningún tipo de invitación de amigos ni de familiares para poder vivir en la mayor intimidad la batalla que daría su hijo junto al peruano Luis Horna en ese histórico partido.
Recién cuando dejaron de transmitir imágenes en la TV y estando más distendidos, abrieron las puertas de su hogar para recibir a los que fueron a felicitarlos y prendieron sus celulares para comenzar a recibir llamadas.
En las calles no hubo festejos. Como todos los sábados el centro se mostró sumamente tranquilo y con escaso público. Sólo algunos pocos vehículos circulaban por las calles.
Sin embargo, la noticia corrió rápidamente y el triunfo conseguido por Pablo Cuevas si se hizo escuchar en cuanto programa radial y televisivo se estuviera emitiendo, fue inmediato.
De lo que no caben dudas es que cuando el tenista, que ya entró en la historia de este deporte, arribe a su ciudad para el reencuentro con sus seres queridos, recibirá el homenaje que corresponde y que ya le están preparando.
El último deportista salteño que fue recibido como héroe en una manifestación multitudinaria fue Federico Moreira cuando ganó su última Vuelta Ciclista del Uruguay, ese honor será ahora para el nuevo campeón, Pablo Cuevas.
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